Estadio BBVA: ecocidio de la década
- Andrea Villarreal
- Sep 2, 2021
- 2 min read
Updated: Sep 10, 2021
A pesar de años de resistencia por parte de colectivos ambientalistas, la casa del Club de Fútbol Monterrey fue construida en La Pastora, una reserva natural estatal, y afectó a más de cien de especies protegidas.
La ambientalista regiomontana Ximena Peredo califica al Estadio BBVA como “un momento al despojo ambiental”. Peredo y el Colectivo Ciudadano en Defensa de La Pastora lideraron años de protesta desde el 2011 en contra de FEMSA por la construcción del estadio en uno de los ecosistemas más ricos del área metropolitana de Monterrey; la mayor movilización por una causa ambiental en la ciudad. A pesar de la considerable lucha, la estructura de acero con un costo de 200 millones de dólares fue inaugurada a mediados del 2015.
“Un territorio conquistado por las relaciones capitalistas de producción y consumo”
“Un territorio conquistado por las relaciones capitalistas de producción y consumo”,así denomina la activista al proceso de obtención de permisos para la construcción de la casa de los Rayados. El parque ecológico La Pastora se designó como una área natural estatal protegida en el 2009, pero esto no detuvo a la embotelladora de anunciar su construcción del estadio en 25 hectáreas de la reserva en el mismo año, con el aval del entonces gobernador, Rodrigo Medina. La administración argumentó que a través del fútbol se impulsarán los valores positivos necesarios para combatir la corrupción y la delincuencia organizada que permeaba la ciudad. Ante esto, los colectivos ambientalistas y la ciudadanía exclamaron una y otra vez: ¡¿Por qué en La Pastora?! ...Y jamás obtuvieron una respuesta concreta o un espacio de dialogo con los responsables.
La biodiversidad de La Pastora se registró por primera vez en 1907 cuando el alcalde de Guadalupe documentó que era “un bosque digno de conservarse por su arboleda y vegetación” (Casas, 2015). La organización Greenpeace Monterrey reportó en el 2015 que 107 especies de fauna y 52 especies de flora habitan el área, algunas en peligro de extinción, y que el parque alberga un cauce del río La Silla, uno de los últimos ríos en la ciudad. Además, el acelerado deterioro del entorno empeora los impactos del cambio climático en el área metropolitana y la ruidosa actividad del estadio perjudica el bienestar de los animales que viven a solo 50 metros en el Parque Zoológico La Pastora.
Se desconoce concretamente el impacto ambiental que ha tenido el “Gigante de Acero” desde su inauguración. Definitivamente es un elemento que la nueva administración debe evaluar para dejar de replicar los modelos de desarrollo que deterioran al ecosistema regiomontano y perjudican el bienestar de quienes lo habitamos. Como dice Ximena, el caso de La Pastora “tiene el potencial para revelar que el predominio de las opciones es sistemáticamente cancelado por el poder autoritario, enraizado en el espacio, que decide en nombre de todos, incluso de quienes todavía no nacen”.
“tiene el potencial para revelar que el predominio de las opciones es sistemáticamente cancelado por el poder autoritario, enraizado en el espacio, que decide en nombre de todos, incluso de quienes todavía no nacen”.
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